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LA GUERRA DE TRES AÑOS
EMILIO RABASA
1891

Presentación: Christopher Domínguez Michael
Edición: María Bertha Guillén y Braulio Aguilar
Notas: María Bertha Guillén

Cuando llegó a la jefatura estalló en presencia de Hernández y, en pocas palabras limpias y muchas sucias, enteró al secretario de lo que lo traía tan colérico y feroz. En primer lugar, tenía determinado romperles el alma a los dos Angelitos por habladores; sacarles los dientes al gachupín y a su primo, y colgar en primera oportunidad a don Serapio Cruz. En segundo lugar, el curita ya le estaba cargando mucho y le iba a meter quince días en la cárcel, aunque no diera motivo;

iba a apalear al sacristán, a emplumar a todas las cucarachas y, por último, a la puerca esa, ¡oh!, a la puerca esa...




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