Beatriz Espejo llamó a Sergio Galindo “un narrador dueño de sus armas”,¹ sin encasillarlo como un estilista, sino plenamente un contador de historias que atrapan hasta el final. Sin duda, su narrativa está cargada de realismo mágico que tiene su epicentro en Veracruz convertido en un lugar mítico, pero sin regodearse en la imaginería pueril. Emparentado con el teatro desde su juventud (fue maestro de estética en la Escuela de Teatro de Xalapa) sus diálogos reflejan las pasiones humanas. Su obra está constituida por nueve novelas y cuatro libros de cuentos y numerosas adaptaciones de obras de teatro al contexto mexicano.

Sergio Galindo (1926-1993) nació en Xalapa, Veracruz, el 2 de septiembre y falleció en el puerto de Veracruz el 3 de enero. Estudió literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y continuó su formación en Francia. Fue fundador y director de la editorial de la Universidad Veracruzana (1957-1964 y 1979-1985), de la colección literaria Ficción y de la revista La Palabra y El Hombre (1957-1972) y dirigió el Instituto Nacional de Bellas Artes (1974-1976). Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1975 hasta su fallecimiento. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, polaco y alemán. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores entre 1955 y 1956 donde tuvo como maestra a la reconocida dramaturga y narradora Luisa Josefina Hernández. Distinguido con el Honorary Officer of the Most Excellent Order 1975 of the British Empire, Gran Bretaña y con la Condecoración por Méritos en la Cultura 1976 otorgada por el gobierno de Polonia y la Orden de la Estrella en 1977 por el de Yugoslavia. También ganó el Premio de Novela Mariano Azuela de 1984 por el conjunto de su obra novelística; el Premio Xavier Villaurrutia de 1986 por su novela Otilia Rauda y el Premio José Fuentes Mares 1987.

¹ Beatriz Espejo, “Introducción” en Polvos de arroz, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2004, IX p.