Novelas en Campo Abierto ofrece una mirada al vasto panorama de la novela corta en México durante el siglo XX. La señorita Etcétera de Arqueles Vela (1922) inicia un recorrido que incorpora los relatos experimentales de Azuela y de algunos Contemporáneos. El paisaje de las dos décadas siguientes se amplía con obras de tendencias sociales divergentes. Hacia el medio siglo, la tradición se diversifica en las voces de Tario y Hernández, y con la emergencia posterior de Carballido, Galindo, Hernández, García Ponce y Pitol. Al cierre de la centuria, Boullosa y Ramos confirman la apertura formal del género hacia parajes inéditos de una selva tan infinita como accesible.
Bajo un sol rubio todavía que hace diamantes, rubíes y esmeraldas de los vidrios de un basurero, hay un manchón leonado de negro y blanco, […]
Los borrachos las esperaron contritos, apuntalados por un olor rancio y caliente, dispuestos a defenderse de la manera más digna que les fuera posible. […]
Pardea la tarde. Por la meseta desierta y pedregosa, el cordón de campesinos astrosos, macilentos, con la ropa de manta hecha girones. […]
Sí, te quiero. Me lo repito y lo creo, lo siento, pero dímelo tú a mí, repítemelo en cada una de las líneas de tus cartas, tus palabras siempre suenan en mi oído […]
La lluvia resbalaba sin ruido sobre los cristales de la ventana, dibujando y borrando formas sin sentido en los vidrios y más allá, las brillantes hojas de […]
Un día llega al Charco un hombre cubierto de polvo, y se sienta en los escalones del portal.
Adormecido el viejo lo observa; al cabo de un rato se espanta las […]
Con el sombrero en alguna de las perchas de la oficina de mi adscripción, los ojos bajos, el oído enhiesto, afilado y sin párpados, los zapatos ya más en el otro barrio […]
Florinda en persona le abrió la puerta, cubierta con un ligero y largo chal que le caía desde los hombros y caminando con gran cuidado para […]
Ya están sentados los reos en las gradas que corona la cruz verde de la Inquisición. Los unos llevan sambenitos aspados, los otros con llamas y diablos, […]
Y el atildado licenciado siguió diciendo… Pero para no fatigar a la República eludo repetir lo que el atildado licenciado siguió diciendo, porque, como si […]
El aire ocioso y vacío de Villacruz está lleno de campanas. El campanario, locuaz, se prodiga. Y el aire reverente y vacío se encarga de llevar sobre la mano tendida […]
Siguió caminando. Todo lo conocía. Sólo que su ciudad le era un libro abierto por segunda vez, en el que reparaba hoy más, en el que no se había fijado mucho antes. […]
—Tú has pensado en cosas trascendentales hoy, Elena, y eso no está bien, te envejece.
Un día supo, así, que había llorado. Se azoró; […]
Imaginó a un narrador sentado en un escuálido cafetucho de Roma lanzado a la reconquista de algunos espacios donde transcurrió su niñez. Un escritor que […]
Los borrachos las esperaron contritos, apuntalados por un olor rancio y caliente, dispuestos a defenderse de la manera más digna que les fuera posible. […]
Un día llega al Charco un hombre cubierto de polvo, y se sienta en los escalones del portal.
Adormecido el viejo lo observa; al cabo de un rato se espanta […]
Cuando miro hacia mi infancia, siempre encuentro su figura corpulenta, esperando en el corredor de la casa, para marcharnos al río, de pesca. […]
Como no hablo más que mi propio idioma, nadie podrá comunicarse conmigo… Tendría que volver a contemplar, confundidos con los programas idiotas […]
Decididamente me equivoco. Susana no es tan diferente de Aurora. Como en la cabeza de Susana hay una mata de pelo de un color más claro, […]