Lector, si sois feliz, si para vos la vida en vez de ser un valle de lágrimas es un camino de flores, si os vive aún vuestra madre, si la mujer que amasteis no os ha engañado, si no amáis sin esperanza, si vuestros amigos os han sido fieles, si nunca habéis dejado el hogar paterno para andar proscrito mendigando como un perro el amargo pan del huérfano amasado con vuestras lágrimas, si en fin para vos la vida no ha sido más que una larga infancia…, entonces no continuéis leyendo esta novela, os lo suplico. Pero si por el contrario, lector, sois desgraciado,
si para vos la vida no ha sido más que un valle de lágrimas, si habéis encontrado el desengaño a vuelta de la ilusión, si cuanto habéis intentado os ha salido mal,
si habéis perdido cuanto amabais, si habéis adorado un imposible, si para vos la vejez ha comenzado a los veinte años, entonces continuad leyendo. Oíd los consejos que os da el Diablo por mi boca, a vosotros los que llamáis ángeles a las mujeres y las juzgáis espíritus puros.